sábado, 17 de marzo de 2018

LAS FÁBULAS





La sombra del burro
Un hábil comerciante contrató los servicios de un arriero y de su burro para transportar su mercadería por el desierto.
—Es muy ardiente este sol y no se vislumbra ningún oasis para aplacar la sed —pensó el comerciante, dando muestras de agotamiento.
Entonces el mercader, falto de fuerzas, se sentó en el suelo para tomar un respiro a la sombra del jumento.
El dueño del burro, no menos achicharrado, lo empujó con violencia para hacerse sitio, diciéndole:
—Yo te alquilé el asno para llevar tu carga, pero si quieres disfrutar también de su sombra, necesitamos hacer nuevo contrato.

MORALEJA:

Para el ambicioso y loco, todo cuanto recibe es poco.




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